Avance del capítulo "Aprender a leer el mundo. La función alfabetizadora de la educación social y alfabetización lectora". Escrito con mi compañero Xavier Úcar para el libro titulado "Educación social y alfabetización lectora" coordinado por Santiago Yubero, José Antonio Caride, Elisa Larrañaga y Héctor Pose. Editorial Síntesis.(Diciembre 2016).
1. ¿Qué es la lectura?...
Según
Gilles Thérien (1990) la lectura es una actividad en la que
desarrollamos cinco procesos: neurofísico (percepción, movimiento de los
ojos, etc.); cognitivo (conocimientos previos, estrategias); afectivo
(emociones, identificación); argumentativo (desde el punto de vista de
la pragmática); y, por último, simbólico (contexto cultural, la
imaginación colectiva).
Carr
afirma que “la lectura es una actividad corporal. Nuestro cerebro
realmente interpreta letras y palabras escritas como objetos físicos, un
reflejo del hecho de que nuestras mentes evolucionaron para percibir
las cosas y no los símbolos”(2013, p.9).
2. ¿Se trata solo de decodificar?
Desde un enfoque social Freire reflexiona:
“Del mundo a la palabra y de la palabra al mundo”.
“Lenguaje y realidad se vinculan dinámicamente”.
“La lectura crítica implica la percepción de relaciones entre el texto y el contexto”.
Enseñar a
leer exige vincular directamente a la persona con su realidad. El acto
de leer implica tres elementos ineludibles y constitutivos que dan forma
y sentido a la acción del sujeto sobre el objeto: percepción crítica,
interpretación y reescritura (Remolina, 2013) .
A partir del
acto de leer, todo lector se enfrenta a desafíos que lo llevan a otro
lugar (Wolf 2008). Los lectores no estamos confinados en nuestros
propios pensamientos sino que interactuamos dentro de nuestro contexto.
3. ¿La alfabetización nos garantiza el acceso a la cultura letrada actual? ¿Disponemos de las competencias necesarias para leer en estos nuevos contextos? ¿Qué hacemos desde la educación social?
¿Somos
capaces de leer todo el cartel? ¿Incluido el código QR? ¿Ese código nos
ofrecerá información para llegar al mercado? ¿Será el mapa? ¿Qué
información nos ofrecerá?
¿Somos
capaces de descubrir información en 3D (Realidad Aumentada en el
ejemplo)? ¿Cuántas veces hemos leído de forma incompleta sin saberlo?
Pero este
cambio no es solo de "ver más allá de lo evidente", es que las personas
están experimentando grandes y continuos cambios globales en lo que se
refiere a la
cantidad y profundidad de información disponible.
En
la ilustración superior (elaboración propia) se sitúa al lector o
lectora con sus nuevas herramientas tecnológicas: teléfonos
móviles-“smart phone”, tabletas y “libros digitales” con conexión a
Internet.
La
posibilidad de almacenamiento de estos dispositivos le permite revisar o
adquirir fondos de biblioteca digitales sin incrementar la carga por el
peso de los libros. Asimismo le permite tener la libertad para escoger
lo que le apetece leer en cada momento.
La movilidad
de estos nuevos dispositivos influye directamente en la vida cotidiana
de la persona lectora: le permite estar conectado sin cables,
interrelacionarse a través de Internet, proponer lecturas a partir de
estos nuevos soportes, acceder a la información de forma inmediata,
aprender dentro de un contexto y en el momento que se necesita. Burbules
(2012) señala que éste acceso y su uso cambia considerablemente la
forma de cómo, porqué y dónde aprendemos. Cada uno de estos cambios
representa un conjunto de oportunidades y desafíos para enseñar y
aprender de nuevas maneras” (2012, p. 3).
Esto permite que, si se desea, se pueda aprender “aquí y ahora”.
5. ¿Cuáles son nuestras posibilidades en este contexto?
Para los
educadores y las educadoras, es un profundo replanteamiento de sus
recursos, las herramientas que utilizan y las metodologías que aplican.
Por ello se plantean ocho propuestas educativas orientadas a desarrollar
la lectura desde la educación social: abierta, colaborativa,
distribuida, experimental, accesible, crítica, intencional y adaptable.
6. ¿Qué puede aportar el/la educador/ora social en este contexto?
Puede
integrar estas propuestas en los diferentes contextos, realidades y
colectivos sociales en y con los que actúa. Los espacios privilegiados
en los que la pedagogía social y la educación social actúan son los de
la vida cotidiana de las personas. Los educadores sociales acompañan a
las personas, sea niños, jóvenes, adultos o personas mayores, en los
espacios sociales, sean o no institucionales, en los que aquellos se
desenvuelven.
Teniendo
en cuenta los nuevos escenarios y las nuevas herramientas tecnológicas,
es posible desarrollar proyectos socioeducativos que busquen
enriquecerse de la diversidad de espacios de acción, poner énfasis en
las particularidades y analizar otras situaciones.
*Conocer las posibilidades del nuevo lector desde que tiene acceso a Internet.
*Comprender los procesos sociales y comunicacionales que se generan actualmente.
*Incorporarlos a la enseñanza de la alfabetización y comprensión lectora.
*Desarrollar proyectos orientados a promover y facilitar lecturas.
*Crear espacios de análisis y discusión.
*Empoderar al lector, desde una perspectiva social, crítica y democratizadora.
*Enriquecer la diversidad de espacios de acción, abiertos, colaborativos.
*Promover la alfabetización impresa y en digital para poner énfasis en las particularidades y analizar otras situaciones.
*Facilitar que los lectores generen también contenido.
Citar:
Valdivia, Paloma y Úcar, Xavier (2016) Aprender a leer el mundo. La función alfabetizadora de la Educación Social en Educación social y alfabetización lectora. Coordina Yubero, Caride, Larrañaga y Pose.
Editorial Síntesis.
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