15 noviembre 2024

Innovación Docente Universitaria: Hacia una Pedagogía Flexible y Lúdica

Nuestro ensayo tiene como objetivo explorar cómo la flexibilidad y el aprendizaje lúdico pueden abordar los desafíos actuales en la educación superior, alineándose con los principios del aprendizaje transformativo. Este documento es el resultado de mi estancia en la Universidad de Stavanger en Noruega, durante los meses de febrero hasta inicios de junio, donde tuve la oportunidad de aprender y colaborar con profesionales con experiencia y proyectos similares al mío.

En el actual contexto de la educación superior, donde los retos se multiplican y las demandas de las y los estudiantes han evolucionado rápidamente, sobre todo después de la pandemia de la COVID-19, es esencial buscar enfoques que realmente respondan a estas necesidades. Este ensayo invita a reflexionar sobre dos propuestas que son coherentes con la mejora de las necesidades hacia una pedagogía universitaria, como son la flexibilidad (o aprendizaje flexible) y el aprendizaje lúdico, ya que ambas complementan los principios de una pedagogía transformativa (Mezirow, 2018). Un enfoque en el que la universidad se presenta como un espacio inclusivo, adaptable, divertido y compartido, orientado hacia un aprendizaje que transforme el contexto de estudiantes y profesorado, fomentando la participación activa y el desarrollo integral. La necesidad de modelos educativos más adaptables se hizo evidente tras la pandemia, que expuso las limitaciones de las universidades tradicionales y la importancia de evolucionar hacia instituciones flexibles y orientadas hacia el bienestar del estudiantado (Eringfeld, 2021; Van der Westhuizen & Hlatshwayo, 2023).

La pedagogía transformativa, definida por Jack Mezirow (2018) como un enfoque educativo que desafía las estructuras opresivas y promueve la justicia social, se posiciona como una herramienta fundamental para abordar estos retos. Proponentes como Paulo Freire y bell hooks han defendido esta perspectiva, concibiendo la educación como una práctica de libertad (Freire, 1970) y como un proceso basado en el amor y el diálogo para desafiar las estructuras opresivas (hooks, 1994). En este sentido, las universidades no solo deben adaptarse al contexto pospandémico, sino también responder al auge de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial generativa, que están redefiniendo el acceso y la producción de conocimiento. Esto exige una formación crítica que no solo prepare a las y los profesionales como consumidores de tecnología, sino como agentes críticos capaces de influir en su desarrollo para el bien colectivo (Paul & Quiggin, 2020).

La flexibilidad y el aprendizaje lúdico emergen como estrategias fundamentales para superar las limitaciones de la educación convencional. La flexibilidad permite adaptar el proceso de enseñanza a las necesidades individuales de las y los estudiantes, asegurando el apoyo adecuado para su desarrollo. El aprendizaje lúdico, por su parte, utiliza el juego como medio para estimular la curiosidad, la creatividad y la participación activa, convirtiendo a los y las estudiantes en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje (Leather et al., 2021). Estas propuestas se alinean con el modelo de educación transformativa, promoviendo un cambio fundamental en la forma en que el estudiantado se entiende a sí mismo y se relaciona críticamente con la sociedad (Dewey, 1938; Illich, 1971).

El ensayo incluye ejemplos prácticos que muestran cómo estas metodologías pueden implementarse en el aula, junto con una revisión de los desafíos que supone su integración. Se destacan, además, propuestas para la integración gradual y sostenible de estas prácticas, tales como la formación docente en técnicas lúdicas y flexibles, y la creación de redes de apoyo entre educadores para fomentar el intercambio de experiencias. En última instancia, este ensayo propone un modelo de educación superior que va más allá de la mera transmisión de conocimientos, convirtiéndose en un proceso significativo y enriquecedor tanto para el estudiantado como para el profesorado.

Si buscas transformar la educación superior y hacerla más flexible y con el enfoque lúdico, te invito a adentrarte en este texto que revisa cómo estos enfoques pueden contribuir a la creación de agentes críticos y resilientes, capaces de transformar un mundo en constante cambio.

Valdivia-Vizarreta, P., & Montalvan Castilla, J. E. (2024). Flexibility and playful learning as strategies for a transformative pedagogy in higher education. UiS Scholarly Publishing Services, 1(1), 1-19. https://doi.org/10.31265/USPS.295


13 noviembre 2024

Pedagogía transformativa: aplicando el concepto de "canon"

Hoy he aprendido que es el canon en el ámbito académico. dentro de mi experiencia hacía referencia a una cuestión financiera, regla o precepto. Paso a detallar que es y un ejemplo de un canon sobre pedagogía transformativa.

La palabra "canon" tiene sus raíces en el griego "kanón" (κανών), que originalmente significaba "regla" o "vara para medir". Posteriormente, el término se usó en un contexto más abstracto para referirse a estándares o normas que sirven para evaluar, medir o regular algo.

Con el tiempo, la palabra fue adoptada por la Iglesia cristiana para referirse a las listas de libros considerados sagrados y autorizados, es decir, la colección oficial de los textos de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. De ahí deriva el sentido de "canon" como una lista de obras fundamentales o autorizadas.

En los estudios académicos, especialmente en las humanidades y en las ciencias sociales, un "canon" se refiere a un grupo de obras literarias, filosóficas, artísticas o científicas que se consideran especialmente importantes o influyentes en un determinado campo. Estos textos suelen ser aquellos que tienen un impacto significativo en la cultura y el pensamiento, y que se cree que todos los estudiantes en un área de estudio deberían conocer para tener una buena base académica.

Por ejemplo, en literatura, un "canon literario" incluye obras que se consideran fundamentales por su calidad artística, relevancia histórica y capacidad de influir en generaciones de lectores y escritores. Autores como Shakespeare, Cervantes o Dante suelen formar parte del canon literario occidental.

En filosofía, el canon filosófico incluye pensadores como Platón, Aristóteles, Kant, Descartes, y otros cuya obra ha sido crucial en la evolución del pensamiento humano.

En las ciencias sociales, un "canon" se refiere a las teorías y textos que han dado forma a la disciplina. Por ejemplo, en sociología, el canon incluiría obras de autores como Karl Marx, Émile Durkheim y Max Weber.

En los últimos años, sin embargo, el concepto de "canon" ha sido objeto de muchas críticas. Algunas voces argumentan que los cánones tradicionales tienden a ser muy eurocéntricos, masculinos, y excluyentes, ignorando a autores de otras culturas, mujeres y otros grupos marginados. Este cuestionamiento ha llevado a una apertura hacia una mayor inclusión de voces diversas y ha favorecido una redefinición de lo que debe considerarse importante en las disciplinas.

Aplicando lo aprendido sobre "canon" en pedagogía transformativa

Fuente: depositphotos.com
Cuando pensamos en un "canon" para la pedagogía transformativa, estaríamos hablando de una serie de textos, conceptos y autores que son esenciales para entender los principios, teorías y prácticas de esta corriente educativa. Aunque la pedagogía transformativa, al igual que las Humanidades Ambientales, es un campo abierto y diverso, existen algunas obras y figuras que son particularmente influyentes y que suelen ser consideradas como base para el estudio y la práctica en este ámbito.

Algunos elementos que podrían considerarse parte de un canon de pedagogía transformativa incluyen:

1. Autores y obras fundamentales:


Paulo Freire:
Su obra más influyente, "Pedagogía del oprimido", es esencial para comprender el enfoque transformativo. Freire plantea que la educación debe ser un proceso de liberación, en el que estudiantes y educadores se involucran de manera crítica en la reflexión y acción (lo que él llama "praxis") para transformar su realidad.

bell hooks: Su libro "Teaching to Transgress: Education as the Practice of Freedom" es una referencia clave en pedagogía transformativa. hooks enfatiza el papel de la educación como un acto de libertad y aboga por un enfoque de enseñanza que sea inclusivo y que permita cuestionar las estructuras de poder.

John Dewey: Aunque no se le asocia directamente con la pedagogía transformativa, Dewey fue un precursor del aprendizaje experiencial y de la idea de la educación como un proceso democrático y social. Su obra "Democracia y educación" es relevante para entender el potencial transformador de la educación.

Jack Mezirow: desarrolló el concepto de "aprendizaje transformativo", un enfoque educativo en el cual los estudiantes cambian su perspectiva a través de un proceso crítico de reflexión. Su obra "Transformative Dimensions of Adult Learning" es un referente clave para comprender cómo el aprendizaje puede provocar cambios profundos en la forma en que los individuos entienden el mundo.

2. Conceptos fundamentales:

Un canon de pedagogía transformativa también incluiría conceptos clave que permiten a los educadores reflexionar sobre su práctica y a los estudiantes comprender los procesos de transformación personal y social. Algunos de estos conceptos incluyen:

Conscientización (Concientización): Un término clave de Paulo Freire que se refiere al proceso mediante el cual los individuos se vuelven conscientes de las estructuras opresivas y desarrollan la capacidad de actuar para cambiarlas.

Praxis: La idea de combinar reflexión y acción, un concepto central en la pedagogía transformativa que subraya la importancia de no quedarse solo en el nivel teórico, sino actuar para transformar la realidad.

Aprendizaje crítico: La pedagogía transformativa promueve la habilidad de cuestionar, analizar críticamente y desafiar el conocimiento que se presenta, entendiendo el contexto sociopolítico y cultural.

Empoderamiento: Aunque a veces se prefiere hablar de facilitación del empoderamiento, la pedagogía transformativa tiene como objetivo que los estudiantes se apropien de sus procesos de aprendizaje y puedan actuar sobre su contexto para cambiarlo.

Justicia social: La educación transformativa está fuertemente ligada a los ideales de justicia social. Se trata de promover la igualdad y cuestionar y resistir las desigualdades y opresiones estructurales.

3. Enfoques y metodologías clave:

Aprendizaje basado en problemas y retos: Este enfoque implica involucrar a los estudiantes en la resolución de problemas reales de su comunidad, promoviendo así una conexión directa con el contexto y fomentando el sentido de agencia.

Aprendizaje-servicio: Este método combina la educación académica con el trabajo comunitario. Permite a los estudiantes aplicar lo que aprenden en el aula para abordar necesidades reales de la comunidad, generando así una experiencia significativa de aprendizaje y contribución social.

Pedagogía crítica: El enfoque de la pedagogía crítica, defendido por autores como Henry Giroux, enfatiza el papel de la educación en la creación de ciudadanos activos que puedan cuestionar y transformar la sociedad.

Críticas y diversificación del canon en pedagogía transformativa

Al igual que otros cánones, el canon de la pedagogía transformativa no está exento de críticas. Algunos señalan que los enfoques tradicionales tienden a centrarse en autores y perspectivas del norte global, a menudo excluyendo voces de comunidades y culturas más diversas. Esto ha llevado a una apertura hacia la inclusión de experiencias y enfoques de pedagogía transformativa de comunidades indígenas, feministas del sur global y otros movimientos que buscan visibilizar una educación para la justicia social en contextos más amplios y menos privilegiados.

Por ejemplo, la pedagogía indígena en América Latina o los enfoques de educación popular en África y Asia también son fundamentales para entender cómo se lleva a cabo la educación transformativa en contextos específicos de lucha social. Esto permite que el canon no sea estático, sino que esté en constante evolución y expansión para incluir una variedad de voces y perspectivas.

En resumen, un canon en pedagogía transformativa incluiría a autores como Paulo Freire, bell hooks, John Dewey, y Jack Mezirow; conceptos clave como conscientización, praxis, justicia social y empoderamiento; y enfoques como el aprendizaje basado en retos y la pedagogía crítica. Sin embargo, un canon también debe ser dinámico y adaptarse a la inclusión de nuevas voces y experiencias para ser verdaderamente transformador.

04 noviembre 2024

El diseño de estudio lúdico

Buscando información sobre Playful Learning encontré un concepto que no conocía: playful study design que al castellano sería diseño de estudio lúdico.

El playful study design (PSD), o diseño lúdico de estudio, es un enfoque que busca transformar las actividades académicas en experiencias más atractivas y motivadoras. Su objetivo es rediseñar tareas y actividades de estudio para que sean más divertidas, estimulantes y desafiantes. La premisa principal es que, cuando los y las estudiantes encuentran placer y curiosidad en sus tareas académicas, experimentan un mayor compromiso y bienestar, lo que contribuye a su rendimiento y resiliencia ante los retos académicos (Bakker et al., 2020; Wang et al., 2022).

Elementos clave del Playful Study Design

Rediseño Cognitivo y Conductual

El PSD permite que el estudiantado modifique activamente cómo abordan sus tareas académicas. En lugar de percibir un trabajo de investigación como una simple obligación, pueden añadir elementos lúdicos, como juegos de roles, concursos de preguntas o el uso de mapas mentales visuales (Wang et al., 2022). Este rediseño puede incluir prácticas como dividir tareas en secciones más manejables, formular preguntas hipotéticas o imaginar resultados y crear una narrativa en torno a ellos. Esto añade un componente de creatividad y exploración al estudio, haciendo que el aprendizaje sea más significativo y atractivo.

Estrategias de Juego en el Aprendizaje

El PSD incorpora estrategias de juego que fomentan competencias clave, como la resolución de problemas, la creatividad y la reflexión. Algunas técnicas incluyen:

  • Adivinar resultados hipotéticos: realizan predicciones antes de completar un estudio o experimento, promoviendo la curiosidad.
  • Mapas conceptuales visuales: Organizar la información de manera visual hace que el aprendizaje sea más dinámico y ayuda a comprender mejor el contenido.
  • Desafíos escalonados: Transformar las tareas en una serie de retos incrementales, brindando una sensación de logro al completar cada etapa (Bakker et al., 2020).

Fomento del Estado de “Flujo”

El PSD se basa en la idea de que la satisfacción y el rendimiento mejoran cuando los y las estudiantes logran entrar en un estado de flow o "flujo", un estado mental en el cual están completamente inmersos en la actividad, logrando un equilibrio entre la dificultad de la tarea y sus habilidades. Crear tareas de estudio que sean ligeramente desafiantes pero alcanzables ayuda a los y las estudiantes a sumergirse en el trabajo sin sentirse abrumados o aburridos (Bakker & Mostert, 2024).

Beneficios Emocionales y Cognitivos del PSD

El PSD no solo ayuda al estudiantado a completar sus tareas, sino que también mejora su bienestar general. Al disfrutar del proceso de aprendizaje, tienden a reducir la procrastinación y a experimentar menos agotamiento (Wang et al., 2022). Este enfoque también facilita la retención de información y aumenta la autonomía y la autoeficacia, ya que se sienten más responsables y motivados para alcanzar sus propios objetivos académicos.

Ejemplos de Playful Study Design

  • Retos para el Estudio: pueden crear narrativas ficticias basadas en hechos reales para sus tareas. Por ejemplo, un estudiante de historia podría imaginar cómo personajes históricos habrían reaccionado en situaciones alternativas.
  • División en Mini-tareas: Un o una estudiante de biología puede dividir su lectura en mini-tareas y usar aplicaciones de gamificación que ofrezcan recompensas virtuales por cada sección completada.
  • Herramientas Interactivas: pueden usar software de visualización o técnicas de realidad aumentada para comprender conceptos complejos en ciencias o ingeniería.

Impacto del Playful Study Design en el Aprendizaje

El PSD es eficaz para:

  • Aumentar el Compromiso: Al aplicar estrategias lúdicas, lse sienten más inmersos y activos en el aprendizaje (Bakker et al., 2020).
  • Mejorar el Rendimiento Académico: Al estar motivados y disfrutar de las actividades, logran un aprendizaje más profundo y mejores resultados (Wang et al., 2022).
  • Fomentar la Resiliencia: El PSD permite al estudiantado enfrentar los retos con una actitud positiva, reduciendo el agotamiento y el estrés (Bakker & Mostert, 2024).

Relación con el Bienestar Estudiantil

El PSD se considera una estrategia proactiva de bienestar, ya que promueve una experiencia educativa en la que los y las estudiantes pueden adaptar sus demandas académicas para hacerlas más gratificantes. Cuando se combina con otros recursos de estudio, como el apoyo social o la retroalimentación de los docentes, contribuye a crear un ambiente de aprendizaje positivo y sostenible (Bakker & Mostert, 2024).

Aplicación en el contexto universitario

En el ámbito universitario, el PSD se aplica permitiendo a los y las estudiantes personalizar sus actividades de estudio e introducir retos y métodos creativos que hagan las tareas más atractivas. Este enfoque no requiere modificar los contenidos académicos, sino la forma en que estudiantes interactúan con el material, lo cual es especialmente útil en tareas repetitivas o de baja motivación. Ejemplos específicos incluyen:

  • Retos de Tiempo:  pueden establecer límites de tiempo para completar tareas, convirtiéndolas en una competencia consigo mismos.
  • Narrativas y Dramatización: estudiantes de derecho o psicología pueden crear historias o representaciones dramáticas en torno a sus temas de estudio.
  • Visualización Creativa: En materias como anatomía o historia, pueden usar diagramas digitales o infografías para facilitar el aprendizaje visual.
  • Simulaciones y Realidad Aumentada: En carreras como ingeniería, pueden usar simuladores virtuales para experimentar con conceptos prácticos antes de realizar prácticas en el laboratorio (Bakker et al., 2020; Bakker & Mostert, 2024).

Percepciones del  estudiantado y profesorado

Estudiantado: La investigación muestra que los y las estudiantes suelen valorar positivamente el PSD, ya que incrementa su compromiso y hace la experiencia de aprendizaje más satisfactoria. Sin embargo, aquellos con menor inclinación proactiva pueden no aprovechar esta estrategia al máximo. Esto sugiere que el PSD no se adapta igualmente a todos los estilos de aprendizaje, destacando la importancia de fomentar la proactividad (Wang et al., 2022).

Profesorado: ven el PSD como una oportunidad para que el estudiantado asuma mayor responsabilidad en su proceso de aprendizaje, promoviendo la autonomía y autorregulación. Sin embargo, apoyar a estudiantes menos proactivos sigue siendo un desafío; los docentes deben diseñar estrategias adicionales, como talleres de planificación del estudio o herramientas de gamificación, para ayudar a estos estudiantes a beneficiarse del PSD (Bakker & Mostert, 2024).

Referencia

Bakker, A. B., Scharp, Y. S., Breevaart, K., & de Vries, J. D. (2020). Playful Work Design: Introduction of a New Concept. The Spanish Journal of Psychology, 23, E13. https://doi.org/10.1017/SJP.2020.16

Bakker, A. B., & Mostert, K. (2024). Study Demands–Resources Theory: Understanding Student Well-Being in Higher Education. Educational Psychology Review. https://doi.org/10.1007/s10648-024-09940-8

Wang, H., Ren, Y., & Liu, W. (2022). A Weekly Diary Study on Playful Study Design, Study Engagement, and Goal Attainment: The Role of Proactive Personality. Journal of Happiness Studies, 23, 2821–2841. https://doi.org/10.1007/s10902-022-00593-4

01 noviembre 2024

Compromisos educativos con la inteligencia artificial generativa

La integración de la inteligencia artificial generativa (IAG) en educación no solo promete transformaciones en la forma de aprender, sino que también trae consigo compromisos profundos para quienes estamos en el ámbito educativo. Tras la pandemia, hemos visto cómo el aprendizaje ha migrado cada vez más hacia modelos digitalizados, colaborativos y personalizados. En este marco, la IAG puede desempeñar un papel clave, y estos son algunos compromisos educativos que he organizado para tenerlos en cuenta para comenzar a utilizarlo:

Ajuste del aprendizaje a las necesidades individuales: Uno de los grandes beneficios de la IAG es su capacidad para adaptarse en tiempo real al nivel de cada estudiante. Nos permite ofrecer materiales y actividades ajustados al progreso y habilidades individuales, algo que facilita un aprendizaje autodirigido y flexible, donde cada estudiante avanza a su propio ritmo.

imagen de adolescentes caminando hacia un horizonte tecnologico
Imagen generada con ChatGPT
Estimulación de la innovación y la creatividad: Con la IAG, las y los estudiantes pueden experimentar, generar ideas y resolver problemas de formas novedosas. Esta herramienta apoya el pensamiento analítico, lo que permite que exploren soluciones únicas en un ambiente seguro, aprendiendo a enfrentar desafíos de manera innovadora.

Fomento del aprendizaje colaborativo y basado en retos: La inteligencia artificial generativa puede enriquecer proyectos colaborativos, ya que permite que cada aportación individual sume algo nuevo. Además, facilita la comunicación en tiempo real y crea escenarios que reflejan contextos del mundo real, favoreciendo una mentalidad global y contextualizada en el proceso de aprendizaje.

Desarrollo de competencias tecnológicas avanzadas: Incluir la IAG en el aula también es una oportunidad para que el estudiantado aprenda sobre tecnología avanzada. Además de adquirir habilidades básicas, se familiarizan con conceptos de inteligencia artificial, programación y ciencia de datos, conocimientos que serán cada vez más esenciales en el mundo profesional y personal.

Promoción de la reflexión crítica y la conciencia social: La IAG no solo genera contenidos; también invita a cuestionar cómo y por qué se crean esos contenidos. Este compromiso nos lleva a enseñar a las y los estudiantes a ser críticos y conscientes de los sesgos en los datos, ayudándoles a convertirse en personas informadas y responsables en un entorno digital globalizado.

Creación de entornos inmersivos para una experiencia de aprendizaje profunda: La IAG abre la puerta a simulaciones y escenarios que enriquecen el aprendizaje. Las y los estudiantes pueden interactuar en espacios simulados que les permitan explorar conceptos abstractos o complejos de manera práctica, ampliando su comprensión de temas que en un aula tradicional podrían quedarse en lo teórico.

Promover la equidad, la ética y la protección de datos: Uno de los compromisos más importantes con la IAG es su uso responsable. La inteligencia artificial puede reproducir estereotipos y reflejar sesgos de género o culturales, por lo que es crucial educar al estudiantado sobre estos riesgos y abordar las cuestiones éticas que surgen. Además, al trabajar con datos, la privacidad debe estar siempre en el centro de nuestros esfuerzos, asegurando que las interacciones digitales respeten la información personal de cada persona. Este compromiso ético no solo previene prácticas perjudiciales, sino que forma estudiantes conscientes y responsables de sus derechos y de los de las demás en el ámbito digital.

Estos compromisos con la IAG son parte de un esfuerzo más amplio para integrar tecnologías avanzadas en la educación sin perder de vista principios fundamentales como la equidad, la privacidad y la responsabilidad social. La IA en el aula debe ir más allá de su uso técnico para convertirse en una herramienta que nos ayude a formar a personas conscientes, críticas y capaces de adaptarse a los retos actuales y futuros.

Sin embargo, es crucial también que como docentes asumamos una postura crítica y responsable frente a esta y otras tecnologías que, a lo largo de la historia, hemos integrado de forma a menudo instrumental y rápida. La inteligencia artificial generativa no debe convertirse en una “receta” para resolver necesidades puntuales sin cuestionar sus implicaciones; al contrario, debemos involucrar al estudiantado en el análisis y la reflexión sobre el impacto y las consecuencias de su uso. Esto incluye reconocer los intereses comerciales detrás de estas tecnologías y reflexionar sobre su influencia en la educación y en la sociedad.

Nuestro compromiso con el estudiantado no debe centrarse solo en enseñar a usar la tecnología, sino en promover un pensamiento crítico que les permita evaluar su verdadero propósito y relevancia. Reflexionar, junto con ellos y ellas, sobre hacia dónde se dirige la educación con la IAG y qué tipo de habilidades y valores debe priorizarse, es tan importante como la propia implementación tecnológica. Esta postura crítica y reflexiva, más que la herramienta en sí, debe ser la verdadera innovación en nuestro compromiso educativo.

Educación inteligente en ciudades inteligentes: implicaciones estratificadas para el aprendizaje en red y ubicuo

El artículo "Smart Education in Smart Cities: Layered Implications for Networked and Ubiquitous Learning" explica cómo las ciudades inteligentes están transformando la educación a través de tecnologías conectadas y análisis de datos. Aquí resumo algunas ideas clave que nos puede ayudar a comprender las posibilidades y aspectos a tener en cuenta para esta transformación de ciudades con educación.

Educación inteligente y ciudades inteligentes

Las ciudades inteligentes, al integrar tecnologías avanzadas como el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA), están redefiniendo el concepto de educación. La educación inteligente o "smart education" se refiere a un enfoque educativo que utiliza dispositivos conectados, análisis de datos y tecnologías inteligentes para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Este modelo se basa en la conectividad continua y en la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real, lo que permite personalizar la educación para satisfacer las necesidades específicas de cada persona estudiante. Al conectar los procesos educativos con el entorno urbano, las ciudades inteligentes ofrecen nuevas formas de aprendizaje más dinámicas, interactivas y adaptativas.

Paris City Vision

Ética y diseño en la educación inteligente

El artículo subraya la importancia de la ética en el diseño de sistemas educativos dentro de las ciudades inteligentes. Se hace hincapié en la "justicia de diseño", lo que significa que las tecnologías educativas deben desarrollarse teniendo en cuenta las necesidades y perspectivas de las comunidades marginadas. Esto se opone a un enfoque puramente tecnocrático que podría perpetuar las desigualdades existentes. Además, se promueve un enfoque de prácticas informadas por datos, en el cual las decisiones educativas no se basen únicamente en los datos, sino que estos se utilicen junto con una comprensión cualitativa para tomar decisiones que beneficien de manera equitativa a todas las personas involucradas en el proceso educativo. Este enfoque reconoce que los datos pueden ser valiosos, pero que deben ser contextualizados y utilizados de manera crítica para evitar perpetuar sesgos y desigualdades.

Enfoque centrado en las personas

En el contexto de las ciudades inteligentes, la educación debe centrarse en las personas y no solo en la optimización de procesos mediante la tecnología. Esto implica desarrollar iniciativas lideradas por la comunidad, en las que la ciudadanía, incluidas las personas estudiantes, participen activamente en la configuración de sus entornos de aprendizaje. En lugar de imponer soluciones tecnocráticas de arriba hacia abajo, se aboga por enfoques participativos que permitan a las comunidades adaptar las tecnologías a sus necesidades. Además, se enfatiza la importancia de mantener a las personas en el centro del proceso, garantizando que las tecnologías y los algoritmos no deshumanicen la educación ni perpetúen injusticias.

Enfoque de Capas o "Stack" en la educación inteligente

El artículo introduce la analogía de "stack" o capas para describir cómo la educación inteligente se construye sobre diferentes niveles interconectados, desde la infraestructura física de las ciudades hasta las interfaces digitales que utiliza el estudiantado. Esta estructura en capas permite entender cómo cada componente del entorno urbano inteligente, como los espacios físicos, los datos y las interfaces tecnológicas, interactúa para crear una experiencia educativa cohesiva. Este enfoque también ayuda a visualizar cómo se puede intervenir en cada nivel para asegurar que la educación no solo sea eficiente, sino también justa y accesible para todas los y las estudiantes.

Desafíos y oportunidades

Las ciudades inteligentes presentan tanto desafíos como oportunidades para la educación. Por un lado, la recolección masiva de datos y la implementación de sistemas de vigilancia pueden llevar a un control excesivo sobre el estudiantado, reduciéndolas a simples "objetos de datos". Esto plantea preocupaciones éticas sobre la privacidad y el uso de los datos en la educación. 

Sin embargo, estas mismas tecnologías también ofrecen oportunidades para crear experiencias de aprendizaje más inmersivas y conectadas con el mundo real. Al utilizar datos en tiempo real y tecnologías avanzadas, las y los estudiantes pueden participar en simulaciones y actividades de aprendizaje directamente vinculadas a su entorno urbano, haciendo que el aprendizaje sea más relevante y atractivo. El artículo concluye que, para aprovechar estas oportunidades de manera ética, es crucial adoptar un enfoque crítico y centrado en las personas.

Desde la pedagogía social aplicar o desarrollar una educación inteligente en el contexto de las ciudades inteligentes debe enfocarse en varios aspectos clave. A continuación, se detallan puntos inspiradores del artículo:

Adoptar un enfoque de justicia de diseño:

  • Incorporar perspectivas diversas: Un educador social debe asegurarse de que las tecnologías y metodologías educativas que se implementen sean inclusivas y reflejen las necesidades de todas las comunidades, especialmente aquellas que son marginadas o tienen menos acceso a la tecnología. Esto implica trabajar de manera colaborativa con las comunidades para co-diseñar soluciones educativas que sean justas y equitativas.
  • Cuestionar el enfoque tecnocrático: Es importante que el educador social critique y contrarreste los enfoques tecnocráticos que podrían imponer soluciones desde arriba sin considerar las realidades locales. En lugar de eso, debe abogar por soluciones que surjan de la propia comunidad, garantizando que la tecnología sirva a las personas y no al revés.

Promover prácticas informadas por datos:

  • Equilibrar datos y contexto humano: Un educador social debe utilizar los datos de manera crítica, asegurándose de que las decisiones educativas estén informadas por datos pero también contextualizadas por la comprensión de las necesidades humanas y sociales. Esto significa que los datos no deben ser el único factor que guíe la toma de decisiones, sino que deben ser utilizados junto con una evaluación cualitativa de las circunstancias y necesidades de las personas involucradas.
  • Fomentar la alfabetización de datos: Es crucial que las personas educadoras sociales ayuden a las comunidades a desarrollar habilidades en el uso y comprensión de datos, de manera que puedan participar de manera informada en la toma de decisiones sobre su educación y entorno.

Desarrollar iniciativas centradas en las personas:

  • Facilitar la participación comunitaria: El educador social debe involucrar activamente a la comunidad en la creación y desarrollo de iniciativas educativas. Esto puede incluir la organización de talleres, foros y otras actividades que permitan a las personas expresar sus necesidades, colaborar en el diseño de soluciones y participar en la implementación de tecnologías educativas.
  • Promover el empoderamiento a través de la tecnología: Las tecnologías deben ser vistas como herramientas para empoderar a las personas, no solo para optimizar procesos. El educador social debe asegurarse de que las tecnologías se utilicen para mejorar el acceso a la educación, fomentar la participación cívica y apoyar el desarrollo personal y comunitario.

Implementar el enfoque de capas o "stack":

  • Comprender la interconexión entre tecnología y espacio urbano: Un educador social debe entender cómo los diferentes niveles de la infraestructura urbana y las tecnologías se interconectan para influir en la educación. Esto implica un análisis profundo de cómo la disposición física de la ciudad, las plataformas digitales y los datos interactúan para crear un entorno de aprendizaje.
  • Intervenir en diferentes capas: El educador debe ser capaz de identificar en qué nivel de este "stack" se puede intervenir para mejorar la educación. Esto podría implicar trabajar con gobiernos locales para ajustar políticas urbanas que afectan la educación o desarrollar nuevas interfaces digitales que faciliten el aprendizaje.

Abordar desafíos éticos y aprovechar oportunidades:

  • Proteger la privacidad y la equidad: Dado que las ciudades inteligentes tienden a recolectar grandes cantidades de datos, el educador social debe ser vigilante respecto a la protección de la privacidad del estudiantado y la equidad en el acceso a la tecnología. Esto incluye defender prácticas éticas en la recolección y uso de datos educativos.
  • Fomentar el aprendizaje inmersivo y relevante: Las ciudades inteligentes ofrecen la oportunidad de crear experiencias de aprendizaje conectadas con el mundo real. El educador social debe aprovechar estas oportunidades para diseñar actividades que sean relevantes para el entorno urbano de las y los estudiantes, utilizando datos en tiempo real y tecnologías avanzadas para hacer que el aprendizaje sea más práctico y contextualizado.

En resumen, la pedagogía social en el contexto de una ciudad inteligente debe actuar como un mediador crítico que conecta las tecnologías avanzadas con las necesidades humanas, asegurando que la educación sea inclusiva, justa y verdaderamente centrada en las personas. Debe ser un facilitador que involucre a la comunidad en el proceso educativo, aprovechando las oportunidades que ofrecen las ciudades inteligentes, mientras navega por los desafíos éticos y sociales que estas plantean.

Fuente: 

Tham, J. C., & Verhulsdonck, G. (2023). Smart education in smart cities: Layered implications for networked and ubiquitous learning. IEEE Transactions on Technology and Society, 4(1), 87-95. https://ieeexplore.ieee.org/document/10025856