22 julio 2024

Play and Learning in Adulthood

Libro: Play and Learning in Adulthood. Reimagining Pedagogy and the Politics of Education. By Nicola Whitton (2022). 

Comparto el resumen de la sección "Introducing Adult Play" del libro ofrece, Desarrolla una visión global del concepto de juego en la edad adulta, subrayando su complejidad e importancia. La introducción del libro explora la complejidad e importancia del juego en la edad adulta, desafiando la percepción de que el juego es solo para la infancia. ¿Cómo influye el juego en el aprendizaje, el bienestar y las interacciones sociales de los adultos? A pesar de sus beneficios pedagógicos, ¿por qué se considera polémico en contextos educativos? Basándose en disciplinas como la informática, la filosofía y la biología evolutiva, el libro cuestiona: ¿Por qué es esencial integrar el juego en la vida adulta? ¿Cómo pueden las experiencias lúdicas inclusivas y equitativas transformar nuestra manera de vivir y aprender? A continuación, se presentan los puntos clave que se destacan en esta sección:

El objetivo del libro es demostrar cómo el juego puede influir en el aprendizaje, el bienestar y las interacciones sociales a lo largo de la edad adulta. El juego se describe como una experiencia misteriosa y compartida que une a las personas, proporcionándoles deleite, satisfacción y un sentimiento de comunidad.

Durante la infancia, el juego es natural y esencial, mientras que para las personas adultas es una elección influida por los contextos sociales. El juego de los adultos a menudo se juzga de forma diferente, y la aceptabilidad de las diversas formas de juego varía, lo que influye en la forma en que se perciben a sí mismos y su participación en el juego. Favorece la innovación, reduce la hostilidad y aumenta la cooperación. Los procesos neurofisiológicos que sustentan el juego implican comprender la interacción entre el cuerpo y el cerebro lúdicos, destacando cómo el juego puede gestionar el miedo y fomentar los vínculos sociales.


El juego también tiene beneficios en la edad adulta; sin embargo, es polémico especialmente en contextos educativos. Muchas personas lo consideran inapropiado o una pérdida de tiempo, a pesar de sus probados beneficios pedagógicos. La autora subraya que comprender el enigma del juego ayuda a apreciar su potencial para mejorar el aprendizaje y la educación. El juego se considera una herramienta valiosa para desarrollar habilidades, moldear actitudes y aumentar la calidad de vida.

En este libro, la autora argumenta por qué no juzgar el valor del juego y aboga por respetar las posibilidades del juego en diversos contextos. Esto responde a la falta de publicaciones recientes que se centren en el valor del juego en la edad adulta. Este libro pretende llenar ese vacío explorando el potencial del juego para emancipar el aprendizaje y la educación a través de un enfoque interdisciplinar.

El libro se basa en múltiples disciplinas como la informática, la filosofía, el diseño de juegos y la biología evolutiva para explorar por qué juegan las personas, sus motivaciones, las formas de juego y el contexto sociocultural del juego.

El juego se destaca como una actividad única con una yuxtaposición de falta de propósito y profundo significado de desarrollo, que abarca una amplia gama de actividades con diversos resultados y experiencias. La autora considera el juego no solo como una herramienta pedagógica, sino como un enfoque filosófico y ético de la vida. El juego puede abordar las injusticias sociales, mejorar el bienestar y aumentar la calidad de vida en general. Esta perspectiva subraya la importancia de integrar enfoques lúdicos en la educación y la vida cotidiana para fomentar la creatividad, la resiliencia y la comunidad.

El juego es efímero y subjetivo, existe fugazmente en el tiempo y en el espacio, cada jugador tiene una experiencia única y extrae de ella lecciones y recuerdos diferentes. Destaca la importancia de comprender las formas formales e informales de aprender en la edad adulta, dentro y fuera de los entornos educativos. El libro adopta un enfoque multidisciplinar, recurriendo a diversos campos como el juego en la infancia, la educación de adultos, la teoría del juego, el aprendizaje basado en el juego, los estudios sobre el juego, el diseño de juegos y la psicología del juego en adultos. Su objetivo es sintetizar estas diversas perspectivas para comprender cómo se puede utilizar el juego para dar sentido, desarrollar habilidades, moldear actitudes, aumentar el bienestar y mejorar la calidad de vida.

Aunque la naturaleza del juego y lo que hace que sea una experiencia lúdica es difícil de definir y varía según las culturas y las personas, desde un punto de vista psicológico, el carácter lúdico puede entenderse como una actitud mental o una predisposición hacia el juego. Históricamente, ha existido una conexión entre el psicoanálisis y el juego, como exploró Winnicott en 1971. Esta relación ha sentado las bases para una comprensión más profunda de la ludicidad adulta. Investigadores como Barnett (1991, 2011) y Proyer (2012, 2013) se han centrado en caracterizar la naturaleza de los individuos lúdicos, investigando qué hace que algunas personas sean intrínsecamente más juguetonas que otras. Estos estudios también profundizan en cómo el carácter lúdico se correlaciona con características externas como la salud y el bienestar, destacando los beneficios multifacéticos de mantener una disposición lúdica a lo largo de la vida.

El valor terapéutico del juego es otro campo de estudio fundamental, con un importante corpus de investigaciones que demuestran su eficacia en entornos clínicos. La terapia de juego, que a menudo se asocia con la infancia, también ha demostrado ser beneficiosa para los adultos. Se utiliza para ayudar a las personas a superar traumas, apoyar la rehabilitación y abordar una serie de problemas fisiológicos, conductuales, sociales y emocionales. La eficacia de la terapia de juego está bien documentada, con estudios como el de Bratton et al. (2005) que muestran resultados positivos. Este enfoque terapéutico subraya el profundo impacto que el juego puede tener en la salud mental y el bienestar general.

El estudio del juego desde las perspectivas sociológica y antropológica revela un rico tapiz de significado y variabilidad cultural. Investigadores como Henricks (2006) y Hamayon (2016) exploran cómo funciona el juego dentro de diferentes culturas, examinando los papeles que desempeña y las formas en que está moldeado por contextos culturales específicos. Estos estudios ponen de relieve que el juego no es un mero fenómeno universal, sino que está profundamente arraigado e influido por los entornos sociales y culturales en los que se produce.

Las investigaciones filosóficas sobre el juego iluminan aún más su importancia como artefacto cultural. Teóricos clave como Suits (1978) han profundizado en las dimensiones filosóficas de los juegos y el juego, tratándolos como componentes significativos de la cultura humana. Los trabajos de Caillois y Barash (2001), De Koven (1978) y Huizinga (1955) han contribuido significativamente a comprender el papel del juego en la sociedad. Estos estudios sostienen que el juego es una actividad humana fundamental que refleja e influye en estructuras sociales y normas culturales más amplias.

Los estudios sobre juegos son un campo interdisciplinar que examina el diseño de juegos como artefactos interactivos y explora el significado que generan. Los investigadores estudian diversos aspectos del diseño de juegos, como el diseño digital, la estructura narrativa y la inmersión, con el objetivo de comprender cómo contribuyen estos elementos a la experiencia de juego. Las estrategias prácticas para diseñar juegos atractivos y placenteros son un punto central, y estudiosos como Salen y Zimmerman (2004) y Schell (2008) aportan ideas fundamentales sobre los principios del diseño de juegos.

En este campo también se estudia cómo interactúan las personas con los juegos y las repercusiones más generales de estas interacciones. Estudios como el de McGonigal (2011) examinan cómo los juegos digitales facilitan la comunicación y la colaboración entre los jugadores y cómo estos juegos influyen en los cambios sociales. La exploración de cómo se diseñan los juegos para ser atractivos y el estudio de su impacto en los comportamientos y actitudes de los jugadores son componentes cruciales de esta investigación.

Además, los estudios sobre juegos suelen solaparse con otras disciplinas como la psicología, la fisiología y los estudios culturales para abordar cuestiones complejas como el impacto de los juegos violentos en la sociedad o la representación del género y la raza en los videojuegos. Este enfoque interdisciplinar permite comprender de forma exhaustiva las diversas formas en que los juegos afectan a los individuos y las comunidades, poniendo de relieve el importante papel que desempeñan en la cultura contemporánea.

Estos puntos permiten comprender en profundidad la introducción al concepto de juego adulto, destacando su complejidad, diversidad e importancia en diversos aspectos de la vida y el aprendizaje.

La autora hace hincapié en la necesidad de diseñar experiencias lúdicas inclusivas que atiendan a diversos orígenes y capacidades. Esto implica tener en cuenta el capital económico, cultural y social necesario para participar en el juego, y garantizar que las experiencias lúdicas sean accesibles y equitativas para todas las personas.

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