Las ciudades del futuro estarán equipadas con sensores, procesadores de datos y otros dispositivos integrados en su infraestructura. Estos dispositivos, que forman parte del Internet de las Cosas, recogerán y analizarán datos para mejorar diversos aspectos de la vida urbana. Nijholt sugiere usar esta tecnología para hacer las ciudades más interactivas y divertidas, incorporando, por ejemplo, arte urbano inteligente e instalaciones lúdicas interactivas. Además, destaca cómo las comunidades emergentes de jugadores, creadores y hackers pueden utilizar dispositivos inteligentes asequibles para mejorar la habitabilidad y el disfrute comunitario.
El libro también explora la introducción de tecnología que invite a los ciudadanos a interactuar de manera lúdica con su entorno y a disfrutar de instalaciones recreativas y artísticas. Se propone que ciudadanos y comunidades puedan acceder a esta tecnología para crear aplicaciones útiles y divertidas, y que individuos y comunidades puedan introducir sus propias redes de sensores y actuadores para mejorar la seguridad y el juego en su entorno local.
Nijholt analiza cómo las tecnologías que componen la infraestructura de las ciudades inteligentes pueden incorporar más elementos lúdicos en las actividades diarias urbanas, haciéndolas más agradables. Los sensores, actuadores y las redes de comunicación digital ofrecen nuevas oportunidades para la interacción lúdica, como juegos basados en la ubicación, parques infantiles interactivos y arte callejero jugable. Se destacan temas como la inclusión de la ludicidad en actividades diarias, el arte digital en entornos urbanos, las interacciones con grandes pantallas digitales y la creación de entornos urbanos amigables para niños y personas con discapacidades.
El libro también aborda por qué el juego es un componente esencial de las ciudades inteligentes y presenta ejemplos de juegos urbanos y eventos lúdicos que transforman experiencias cotidianas en actividades divertidas. El autor argumenta que el juego puede aumentar el disfrute de la vida urbana y fomentar la interacción social.
Se presentan tres estrategias para hacer las ciudades jugables: apropiación, datificación y conversación, utilizando tecnología inteligente para crear nuevas interacciones lúdicas que añadan diversión a los entornos urbanos. En conclusión, las ciudades inteligentes están evolucionando hacia entornos más jugables, aprovechando el potencial de la tecnología para diseñar aplicaciones que entretengan y aporten disfrute a los residentes urbanos.
Fuente:
Nijholt, A. (2019). Making smart cities more playable: Exploring playable cities. Springer. https://link.springer.com/book/10.1007/978-981-13-9765-3
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