12 diciembre 2025

El oráculo de tecnologías transfeministas como herramienta pedagógica

Cuando hablamos de inteligencia artificial, algoritmos o datos, muchas veces, como personas y como colectivos, no nos sentimos interpeladas a ejercer un derecho básico: imaginar, codiseñar y reclamar tecnologías desde valores transfeministas, decoloniales y situados. De eso trata el oráculo de tecnologías transfeministas: de tomar la palabra sobre el futuro tecnológico y no dejarla solo en manos de gobiernos, grandes empresas o expertos.

El oráculo es una baraja de cartas y, al mismo tiempo, una propuesta pedagógica. A través del juego invita a preguntarnos qué tecnologías necesitamos, quién las define y cómo pueden sostener vidas dignas, diversas y libres de violencia. No busca predecir el futuro, sino abrir un espacio para construir futuros posibles desde nuestras propias experiencias, cuerpos y territorios.

¿Qué es y quién lo impulsa?

El oráculo de tecnologías transfeministas ha sido creado por la organización feminista brasileña Coding Rights, en diálogo con la red Design Justice Network y otras aliadas. Nace alrededor de 2019, a partir de procesos de co-diseño vinculados a la justicia algorítmica y al diseño centrado en comunidades que históricamente han sido marginadas.

El proyecto se sostiene en una combinación de trabajo militante, colaboraciones con universidades, centros culturales, laboratorios ciudadanos y algunos apoyos económicos específicos. Más allá de las financiaciones puntuales, su fuerza principal está en las redes transfeministas y de justicia social que lo han ido incorporando en talleres, encuentros y procesos de investigación-acción.

¿Para qué sirve el oráculo?

De forma sintética, el oráculo persigue varios objetivos:

  • Democratizar las conversaciones sobre algoritmos, datos e inteligencia artificial, llevándolas a espacios comunitarios, educativos y activistas.

  • Crear un laboratorio lúdico donde imaginar tecnologías que desarmen, en lugar de reforzar, las lógicas patriarcales, racistas, capitalistas y coloniales.

  • Generar un archivo vivo de tecnologías transfeministas, recogiendo los planos e ideas que se producen al jugar.

  • Utilizar la especulación como práctica política: no solo criticar lo que existe, sino ensayar otros futuros desde el deseo, el cuidado y la justicia social.

¿Cómo son las cartas?

Enlace a las cartas en formato descargable: https://transfeministech.codingrights.org/resources

La baraja se compone de varios tipos de cartas que se combinan entre sí:

  • Cartas de valores: recogen principios como autonomía, cuidados, cooperación, placer, diversidad, justicia social, decolonialidad o sostenibilidad. 


  • Cartas de objetos: introducen objetos cotidianos que se convierten en el “cuerpo” de la tecnología futura (por ejemplo, una taza, un espejo, un cable).

  • Cartas de cuerpos y territorios: invitan a situarse, a hablar desde los propios cuerpos, contextos y pertenencias, reconociendo desigualdades y experiencias concretas.

  • Cartas de situaciones: presentan escenas o problemas específicos, como vigilancia, violencia digital, control de poblaciones o explotación de datos.

  • Cartas comodín: recuerdan que no toda tecnología debería existir e introducen la pregunta por los límites, los riesgos y los cuidados necesarios.

Esta estructura obliga a pensar tecnologías que no son abstractas, sino situadas: con valores, cuerpos, territorios y conflictos claramente identificados.

¿Cómo se juega?

El oráculo está pensado para usarse en grupos, aunque también puede trabajarse individualmente. Una dinámica posible, muy resumida, podría ser esta:

  1. Preparación
    Se separan las cartas por tipo y una persona asume el rol de facilitación, explicando las reglas, cuidando el clima del grupo y marcando los tiempos.

  2. Elección de cartas
    Cada persona o pequeño grupo toma, por ejemplo, 1 o 2 cartas de valores, 1 de objeto, 1 de cuerpos/territorios, 1 de situación y deja 1 comodín boca abajo para el final.

  3. Conversación situada
    Se leen las cartas y se conversa: qué significan esos valores en nuestras vidas y territorios, qué implica ese cuerpo o territorio, qué problemática aparece en la situación y cómo se vive en la realidad.

  4. Diseño de la tecnología
    Con esos elementos, el grupo imagina una tecnología transfeminista del futuro: cómo es, cómo funciona, a quién sirve, qué cambia. Se dibuja y se rellena un pequeño “plano” donde se le da nombre y se describe en pocas frases.

  5. Apertura del comodín
    Al final se revela la carta comodín. Esta carta introduce preguntas incómodas pero necesarias: ¿queremos realmente que exista esta tecnología?, ¿a quién podría dañar o controlar?, ¿qué saberes, memorias o relaciones podría borrar?

  6. Puesta en común
    Cada grupo presenta su tecnología al resto. Se comparten dudas, tensiones, intuiciones y aprendizajes, y se decide qué se documenta y cómo, respetando siempre los acuerdos de cuidado del propio grupo.

¿Por qué importa para la pedagogía social y los feminismos en latinoamérica?

El oráculo dialoga muy bien con la pedagogía social, las miradas decoloniales y los feminismos latinoamericanos:

  • Propone una educación tecnológica situada, que parte de los territorios, de las desigualdades concretas y de las luchas que ya existen, en lugar de centrarse solo en “habilidades digitales”.

  • Permite cuestionar la colonialidad de los datos y de la inteligencia artificial, mostrando cómo ciertas tecnologías refuerzan miradas jerárquicas sobre la pobreza, la infancia o la “vulnerabilidad”.

  • Ofrece una metodología lúdica y cooperativa, sin competición, donde el objetivo es pensar juntas y no “ganar” una partida.

  • Se conecta con feminismos populares, movimientos indígenas, afrodescendientes y colectivos trans, al poner en el centro los cuerpos, los territorios, los cuidados y los saberes ancestrales.

  • Es adaptable a procesos de investigación-acción, laboratorios ciudadanos y proyectos comunitarios que quieran explorar impactos tecnológicos y diseñar alternativas desde abajo.

Gracias a Paloma Sepúlveda por recomendármelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por detenerte a dejarme un comentario.