Tenía muchas ganas de compartir con ustedes una serie de publicaciones que nacen a raíz de mi estancia de movilidad Castillejos, una oportunidad que me permitió viajar durante cuatro meses a la Universitetet i Stavanger (UiS), en Noruega, vinculada al proyecto Erasmus+ ULALABS: University Lab of Labs for Transformative Societal Innovation, una iniciativa que busca desarrollar un laboratorio distribuido para la innovación social y comunitaria. Pude reflexionar y aprender sobre prácticas y valores que ofrecen nuevas perspectivas para la educación comunitaria, la sostenibilidad y el bienestar social. A continuación comparto el resumen de algunos de los aprendizajes más significativos, que se encuentran más detallados en LinkedIn como #castillejoUiS:
1. Educación infantil: una conexión natural con el entorno
2. El rol de la universidad: un espacio que refleja sus valores
Evidencié con este aprendizaje que una universidad no es solo un espacio de enseñanza e investigación, sino un entorno que refleja sus valores en cada detalle de su organización y funcionamiento. En la Universidad de Stavanger, el bienestar de las personas es un compromiso visible en la distribución de los espacios, las dinámicas de colaboración y el respeto por el tiempo personal y profesional.
3. La acogida y la colaboración en los espacios universitarios
En la Universidad de Stavanger, descubrí un entorno donde la confianza, la colaboración y el cuidado mutuo son pilares fundamentales. Los espacios compartidos, los horarios flexibles y las dinámicas cotidianas no son casualidad, sino el resultado de una cultura organizacional que prioriza el bienestar laboral, personal y social, creando un ambiente animado y relajado.
4. Espacios públicos pensados para todas las edades
En Stavanger, los espacios públicos no son solo áreas funcionales, sino una extensión del hogar. Diseñados para todas las edades, especialmente para la infancia, cada parque, plaza y zona compartida invita al juego, al descanso y a la convivencia. Aquí, los espacios urbanos no excluyen, sino que acogen, ofreciendo un entorno donde todas las personas pueden sentirse bienvenidas.
5. Sostenibilidad como hábito cotidiano en el campus universitario
La sostenibilidad en la Universidad de Stavanger no depende únicamente de la tecnología, sino de los hábitos cotidianos y decisiones comunitarias. Aquí, las personas son el motor de esta transformación. Las metodologías como los Living Labs permiten conectar a diferentes agentes para dialogar y generar cohesión. Sin embargo, vi que la pedagogía social podría aportar aún más para fortalecer estos lazos y garantizar que las acciones sostenibles sean duraderas y efectivas.
6. Sostenibilidad en la ciudad: un equilibrio entre lo antiguo y lo moderno
En Stavanger, la sostenibilidad no es solo una meta, es una forma de vida. La ciudad busca un equilibrio entre lo antiguo y lo moderno, respetando las tradiciones mientras implementa soluciones innovadoras. Esta armonía no surge por casualidad, sino de un compromiso continuo entre las personas, las instituciones y el entorno.
7. El ocio como experiencia accesible y significativa
El ocio en Stavanger no está condicionado por el consumo. Tuve a mi alcance espacios accesibles y acogedores, como la biblioteca universitaria abierta 24 horas, el jardín botánico y el acceso a islas cercanas a través de ferris públicos. Cada uno de estos lugares me ofreció descanso, aprendizaje y conexión con la comunidad, sin prisas ni presiones.
8. El Día del Trabajo: diversidad, participación y derechos humanos
El Día del Trabajo en Stavanger es una manifestación donde la diversidad de causas y el enfoque en los derechos humanos son protagonistas. Las personas se suman a diferentes pancartas, alineándose con las causas que resuenan con sus valores. Lo más significativo es la sensación de unidad, donde cada paso refleja un compromiso compartido por una sociedad más justa e inclusiva.
9. El Día de la Constitución: historia, identidad y comunidad
El Día de la Constitución noruega no es solo una celebración histórica, sino una representación viva de lo que significa ser una comunidad cohesionada. Desde los desfiles infantiles hasta las asociaciones deportivas y culturales, esta fecha celebra a todas las personas que construyen el bienestar colectivo. Es un día donde el respeto, la historia y la identidad se entrelazan con orgullo y elegancia.
10. Koselig: una forma de entender el bienestar
"Koselig" no es solo una palabra, es una filosofía de vida. Está presente en cada pequeño detalle: en una casa con candelabros y flores frescas, en una tienda que ofrece café y galletas a sus visitantes, o en un museo con rincones para descansar y jugar. Es una forma de estar presente, de valorar lo sencillo y de crear momentos de conexión auténtica con las personas y el entorno.
11. La radio como espacio de encuentro comunitario
Espacios como el Podcast de Noruega y la Radio Latin-Amerika son mucho más que medios de comunicación. Son plataformas que dan voz a una comunidad multicultural y diversa, donde las historias individuales se entrelazan con los procesos colectivos, creando nuevas formas de convivencia y entendimiento.
12. Las cabañas noruegas: conexión con lo esencial
Las cabañas noruegas no son solo refugios en la naturaleza, son símbolos de equilibrio entre las personas, el tiempo compartido y el entorno natural. Allí, cada detalle –desde el libro de la cabaña hasta los encuentros espontáneos con caminantes– refleja una relación respetuosa y armoniosa con la vida sencilla y conectada.
🌟 Reflexión final
Cada uno de estos aprendizajes ha sido una oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos integrar estas prácticas en otros contextos educativos, comunitarios y sociales. Noruega me mostró enfoques innovadores para la sostenibilidad, el bienestar y la conexión con el entorno, pero también pude observar, en diálogo con colegas y profesionales de la UiS, la reducción o poco margen de acción del enfoque y posibilidades de la Pedagogía Social, estos procesos sociales y comunitarios podrían ser más cohesionados y contar con un marco sólido de intervención. Esta integración no solo permitiría abordar de forma más integral los desafíos comunitarios, sino que también sumaría una capa adicional de reflexión crítica y práctica sistemática e interdisciplinaria que ya tiene bien desarrollada.
Con todo, esta experiencia me ofreció una perspectiva enriquecedora sobre cómo los pequeños cambios cotidianos tienen un impacto profundo en la creación de entornos más sostenibles, inclusivos y humanos.
El desafío ahora es encontrar puntos de encuentro entre ambas realidades: aprovechar la estructura y experiencia de la Pedagogía Social española para complementar los enfoques noruegos en sostenibilidad, bienestar y cohesión comunitaria, y viceversa. Sin duda, esta será una línea de reflexión y acción que seguirá acompañando mi trabajo en los próximos años. 🌍✨