21 octubre 2025

Co-diseñar futuros posibles: experiencias comunitarias con el Future Places Toolkit

¿Qué es Future Places Toolkit?

Future Places Toolkit (FPT) es una propuesta metodológica y tecnológica que busca fomentar la participación comunitaria en la transformación de los entornos urbanos. Se trata de un conjunto de herramientas híbridas —digitales y analógicas— desarrolladas para facilitar que las personas puedan imaginar y co-diseñar, de forma situada y colectiva, futuros posibles para los lugares que habitan.

El FPT combina una app de realidad aumentada (AR), dinámicas participativas presenciales y actividades de creación artística para que las comunidades puedan visualizar y discutir transformaciones urbanas desde sus propios deseos, conocimientos y memorias.

Fue desarrollado por el colectivo Uninvited Guests junto con Zubr Curio, y financiado por el programa MyWorld del Arts and Humanities Research Council (AHRC), dentro del consorcio UKRI–Creative Economy. La investigación fue liderada por Paul Clarke (University of Bristol), con un equipo interdisciplinar de artistas, personas expertas en tecnólogía, mediación culturales y participantes locales.

¿Por qué es relevante este proyecto desde la pedagogía social y comunitaria?

Desde una perspectiva de pedagogía social, el FPT resulta especialmente pertinente porque propone una intervención que:

  • Rompe con la verticalidad clásica de la planificación urbana, situando a las comunidades como agentes activos de transformación.

  • Integra tecnología con cuerpo, espacio y memoria, favoreciendo una comprensión más encarnada, afectiva y situada del territorio.

  • Potencia formas de aprendizaje no formal e informal, mezclando juego, narración especulativa y codiseño participativo.

  • Cuestiona el conocimiento experto unidireccional, dando lugar a saberes populares y vivenciales como fuente válida para la toma de decisiones.

  • Favorece espacios de diálogo intergeneracional, interdisciplinar y comunitario, en torno a preguntas éticas y políticas sobre el “futuro del lugar”.

El toolkit se alinea con enfoques lúdicos, multisensoriales y abiertos que priorizan la autonomía, la co-responsabilidad y la construcción colectiva del conocimiento, todos ellos principios afines a los proyectos en los que trabajo.

¿Quiénes participaron y cómo se seleccionaron?

En la implementación del Future Places Toolkit en Knowle West (Bristol), las personas participantes no fueron seleccionados mediante una convocatoria abierta al uso, sino a través de una colaboración estratégica con entidades locales y redes comunitarias existentes. El equipo de investigación/artístico trabajó directamente con:

  • KWMC – Knowle West Media Centre, un centro comunitario con amplia trayectoria en proyectos de arte, tecnología y participación ciudadana en el barrio. Esta entidad fue clave para identificar participantes locales con diversos perfiles.

  • Personas con vínculos al espacio Knowle West Healthy Living Centre, residentes activos en procesos comunitarios anteriores, especialmente vinculados al urbanismo y el diseño del entorno.

  • Profesionales creativos y técnicos (personas expertas en arquitectura, diseño, educación), algunos residentes y otros vinculados a los laboratorios de diseño cívico del área.

  • Un grupo de estudiantes universitarios y de secundaria implicados en actividades artísticas o ciudadanas, las personas seleccionadas en colaboración con escuelas locales y programas de mediación.

El proceso priorizó la diversidad intergeneracional y de experiencia, incluyendo:

  • Personas mayores con memoria del barrio y deseo de transmitir su historia

  • Jóvenes con interés en imaginar nuevos usos para espacios subutilizados

  • Personas que ya habían participado en iniciativas de planificación o consulta local

  • Agentes culturales interesados en explorar formas de mediación visual y artística

No se trató de un muestreo estadístico, sino de una selección estratégica y relacional, donde se buscó formar un grupo heterogéneo pero implicado, capaz de colaborar en sesiones presenciales, dibujar, dialogar y reflexionar sobre el futuro del barrio.

Este enfoque se alinea con metodologías de investigación-acción y de codiseño participativo, donde la legitimidad de la participación no se mide por criterios representativos cuantitativos, sino por la implicación situada y la posibilidad de generar agencia colectiva.

Metodología: estructura y dinámica del proceso

El artículo de Clarke (2021) detalla una experiencia implementada en Knowle West (Bristol), un barrio con larga trayectoria de activismo vecinal, donde se realizaron tres sesiones presenciales en 2020 y 2021, con participación de vecinas, artistas locales, arquitectos, estudiantes y agentes municipales.

Los elementos metodológicos principales fueron:

  1. Preparación del sitio y mapeo inicial
    Se identificaron puntos clave del barrio con valor simbólico y/o potencial de transformación. Se documentaron con imágenes y testimonios previos.

  2. Uso de la app de realidad aumentada (AR)

    Desarrollada por Zubr Curio, la aplicación permitía que, al enfocar un espacio físico con el móvil o tablet, las personas vieran sobreimpresas propuestas gráficas dibujadas a mano en sesiones previas o durante la actividad.

  3. Sesiones de dibujo colectivo y especulación creativa
    Las personas participantes imaginaron qué cambios les gustaría ver en el barrio (por ejemplo, una biblioteca en desuso convertida en espacio cultural abierto). Esas ideas se dibujaban directamente sobre capturas del lugar real y se proyectaban en la app de AR.

  4. Facilitación de diálogos estructurados
    Las sesiones incluyeron preguntas guía y performance dramatizada para estimular la imaginación crítica:

    • ¿Qué significa “vivir bien” aquí?

    • ¿Qué tipo de futuro deseamos? ¿Para quién?

    • ¿Cómo puede transformarse este espacio sin perder su historia ni desplazar a sus habitantes?

  5. Sesión final de devolución y reflexión colectiva
    Se discutieron los aprendizajes, las emociones surgidas, y las posibilidades reales de llevar a cabo algunas de las ideas propuestas. La producción artística fue considerada una forma válida de conocimiento situada.

Resultados y aprendizajes clave

El proyecto evidenció aprendizajes valiosos tanto para la participación comunitaria como para la acción pedagógica:

  • Ampliar la participación: la estética lúdica, el uso de móviles, y la narrativa especulativa permitieron atraer a personas que habitualmente no se implican en procesos urbanísticos.

  • Visualizar lo invisible: la realidad aumentada ofreció una forma directa de mostrar ideas, sin necesidad de lenguajes técnicos. Las personas pudieron ver “en tiempo real” los cambios deseados en su entorno.

  • Fortalecer vínculos y agencia: el hecho de “ver juntas” un futuro posible fortaleció el sentido de pertenencia y la percepción de que “sí podemos decidir colectivamente sobre nuestros espacios”.

  • Detectar tensiones éticas: surgieron preguntas sobre accesibilidad, sostenibilidad y apropiación política de las ideas generadas. El proyecto invitó a pensar críticamente sobre los límites de la participación.

¿Por qué me interesa este proyecto?

Desde mi práctica investigadora y educativa, este proyecto me interpela por varias razones:

  • Se aleja de las visiones tecnocéntricas, usando la tecnología como vehículo relacional y creativo, no como fin en sí mismo.

  • Integra dinámicas lúdicas y narrativas abiertas, que podrían adaptarse a contextos universitarios y comunitarios como parte de mis propias metodologías.

  • Propone una pedagogía del lugar situada y afectiva, donde se vinculan memoria, imaginación, cuerpo y justicia espacial.

  • Aporta una herramienta flexible, con potencial para ser adaptada a procesos de diseño colectivo, formación docente, intervención social o mediación cultural.

  • Favorece un enfoque no paternalista de la participación, donde se reconoce el saber de las personas participantes como legítimo, aunque no “experto”.

Desafíos y preguntas críticas

Aunque valioso, el proyecto también plantea desafíos que deben abordarse con responsabilidad:

  • ¿Cómo garantizar que la participación no se quede en una simulación? ¿Qué seguimiento institucional se prevé para las ideas generadas?

  • ¿Quién puede acceder a estas herramientas? ¿Qué alternativas existen para contextos con menor infraestructura digital?

  • ¿Cómo se evita que las imágenes proyectadas se utilicen con fines de gentrificación o mercantilización del espacio?

  • ¿De qué modo se acompaña a las comunidades para que las transformaciones sean sostenibles y no impuestas desde fuera?

  • ¿Qué tipo de rol asumimos como profesionales de la educación cuando proponemos imaginar futuros? ¿Qué ética del acompañamiento construimos?

Conclusión: una herramienta abierta para imaginar lo común

El Future Places Toolkit no es solo una app o un dispositivo digital. Es, sobre todo, una invitación a imaginar en común. A abrir espacios de escucha, juego y crítica sobre nuestros entornos. A practicar formas de pedagogía urbana donde el dibujo, la conversación y la realidad aumentada actúan como dispositivos de creación colectiva de sentido.

Desde la pedagogía social y el trabajo comunitario, proyectos como este nos animan a diseñar procesos participativos que no solo consulten, sino que realmente transformen las relaciones entre personas y espacios. Nos recuerdan que imaginar otros futuros no es un lujo creativo, sino una necesidad política.

Referencias

Clarke, P. (2021). Future Places Toolkit: Engaging communities through augmented reality and performance. Research for All, 5(2), 200–218. https://doi.org/10.14324/RFA.05.2.03 

Zubr Curio & Uninvited Guests. (2024). Future Places Toolkit. https://futureplacestoolkit.co.uk


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